viernes, 23 de abril de 2010

El Náufrago y la Virgen






















La noche en que el náufrago moría
se presentó la virgen de la esfera
Grandiosa,
descalza contra la noche azul
donde la muerte se tendía
envolviendo los cielos.
La virgen
detuvo la mano de la parca
entre dos estertores.

"Qué lejanas las divinidades"
- pensó el náufrago
mientras la vida regresaba a oriente
como una luz aguda
como una gacela con miedo,
como un conejo verde
que se fugara del crepúsculo.


Recogió la virgen sus silencios
sonrió al hombre agonizante
y se volvió con una reverencia
para disolverse azul en el lucero.

El náufrago
en medio de sopas de consuelo,
entregósu cuerpo blando a la negrura
y se fundió con los vientos de mañana.

Gocho Versolari

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