Hay un llanto en tu baile.
Una lágrima se filtra en tus plantas
que saltan, se mecen, se acurrucan
y estallan furiosas en el aire.
Hay un llanto en tus manos
que se abren y cierran:
melancólicas palomas
riendo a carcajadas
sobre el lejano aire de la aurora
Resbalarás sobre tus lágrimas
y el coro entonará loas
a tu destreza
a tu alegría
a tu suprema ofrenda
a los dones de la danza,
al cutis de la tierra
a tus cenas repletas
de mediodías y jilgueros.
Y tus pies aúllan
con sus pequeñas bocas
el dolor y la tierra,
el temblor y la noche
la nostalgia y la paz de los pendones.
De tus plantas se vuelcan
lágrimas tibias y redondas
que el suelo enjugará
cuando te vayas.
Gocho Versolari
Que precioso!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Pamela
ResponderEliminarUn beso
Bellisimo,absolutamente cierto,al menos,en mi caso...
ResponderEliminarVengo de la Danza,y usted ha escrito una historia que describe la angustia que se vuelve movimiento,porque no puede ya ser verso.
Gracias en nombre de la Danza
Gracias por el comentario, Nina.
ResponderEliminarEs cierto en todas las artes: la belleza, y la emoción que conlleva surge casi siempre del dolor y de las lágrimas. Quizá de la nostalgia de esa visión que tenemos en un momento y que nuestra acción estética sólo puede expresar en parte.
Un beso
Estuve visitándote por estos lares. Tu poesía me conmueve profundamente. Es hermosa y fuerte.
ResponderEliminarSaludos desde Montevideo,
Ana Buquet
Muchas gracias, Ana. Te envío un beso
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