
(A César Vallejo)
Saquean vértices sin ojos
tus coloides inviernos,
tus antecedentes de bacana
tus sueños de astronauta.
Atraviesan
de adelante y de atrás
tus piernas soñadoras
cuando caminan sementeras
adormiladas de silicio.
Cuánto duele el surco que trazamos
en la cara del amor
Sufrimos
pero trazamos otro y otro
hasta trotar los musgos de canales
donde no debía haberlos
donde la cara es cara
y el silencio silencio.
Entonces me adelgazo
me nutro hacia abajo
y recorro tu nariz:
colina de las tardes
cuando en la entraña se apagan las farolas
y el corazón babea su pasión
y se prende a tus rótulas
extasiadas
hipostasiadas
mientras todas las monedas púnicas
no dejan de rodar
y se levantan las estrellas en armas
y en sutiles cataclismos de espuna
y de racimos
dejan alegremente para mañana
lo que debieron haber hecho hoy
y toman el laúd de la cigarra
y arremeten los coros
contra las quietas tardes de mañana.
Gocho Versolari
«donde la cara es cara
ResponderEliminary el silencio silencio».
«dejan alegremente para mañana
lo que debieron haber hecho hoy»
Sí, esas líneas me hicieron sentir este homenaje a Vallejo, uno de mis favoritos.
un abrazo.
Carlos
Gracias nuevamente por tu comentario, Carlos.
ResponderEliminarGocho