domingo, 5 de septiembre de 2010

Descalzo en el Reino de la Madera (2)




Llegué descalzo al estanque de los vientos.

En un crepúsculo perenne,
se agitaban las brisas,
los ciclones;
todas las bestias pardas
que flotan en los aires.

Llegué descalzo al estanque de los vientos.
Abrí con mis talones las compuertas
y con mis plantas
caminé el aire desatado:
Niños volando en el otoño.
Pichones de medusa
navegando en el viento.

Llegué descalzo al estanque de los vientos.
Con mis pies
derivé vendavales
hacia el lejano sol;
hacia la nada.

Ahora
mis plantas sienten
las agudas fibras de la brisa,
los insectos redondos de los aires
que se alejan,
se alejan
hacia los sueños de sal de las estrellas.


Gocho Versolari

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