domingo, 5 de septiembre de 2010

Descalzo en el Reino de la Madera (4)















En las uñas de mis pies
los universos laten como pájaros.
Desde el dedo gordo
ejércitos desfilan,
emigran generales.
y una suelta de marciales palomas
me lleva a la uña
del dedo más pequeño.
Allí las vacas pastan
en el gran mediodía
y una joven descalza
conduce las ovejas.
Sus pies,
pequeños,
saltarines,
brincan de dedo a dedo
por el cosmos brillante de mis uñas.

Las uñas de mis pies
son de madera
bruñida, gloriosa y destellante.
Las lamo suavemente:
saben a limones,
a naranjas del Cáucaso.


Luego se cubrirán
de latidos estelares y crepúsculos;
llenarán mis empeines
de mariposas verdes y pájaros azules
mientras en el cielo
la luna explota,
explota
Un niño azul
tomará la mano de Ganímedes,
mientras la osa mayor
brilla en mi arco transversal

Con estos pies celestes
el barro recordará los cielos
cuando desnudos se hundan en sus lunas
y la mujer en el centro de la tierra
sabrá del fin del universo
por las líneas talladas en mi planta.
Estos pies míos
son el padre y la madre
de los bosques ocultos
en la epidermis del verdoso fango
que en los amaneceres
vomitan los pantanos.
Estos pies míos
ordenan y administran tu furia,
el rojo de tu rostro
el brillo de los ojos,
los puños que se cierran
Penderán de ellos
con invisibles hilos,
marionetas azules cuando el alba
amarice blanda en mis empeines

Con el último brillo del lucero
ofrendaré mi hígado
a la nueva mañana .

Gocho Versolari

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