domingo, 5 de septiembre de 2010

Descalzo en el Reino de la Madera (5)



















Tus pies pequeños pisarán mi hígado
y fantasmas oscuros
escaparán entre los dedos
mordiendo tus empeines
con los dientes cuadrados de la ira.

Tus pies,
suaves y tibios.
Mis pies,
densos y fuertes.
Ambos descalzos
con la sombra del hígado
en los cuatro talones.

Azules y verdes nuestros pasos
nos llevarán a los tornados,
al ojo de todas las tormentas
donde me sentarás en el trono de los vientos
Observaré tu caminar descalza.
el hundir de tus pies
en lo profundo de mi boca
mientras besas los míos
con tu boca y tu cuerpo.
Mi vesícula
correrá como un rumor por las baldosas
y escaparán en estampida
todos los animales de mi cuerpo.

Niña,
tienes ajorcas con plateadas alas
una en cada tobillo
mientras tus plantas se impregnan de verdores,
del azul de la noche,
del gemido de las invocaciones.

Toma mi hígado para que lo pises.
Beberé de tus plantas
los tifones del sol.


Gocho Versolari

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