domingo, 5 de septiembre de 2010

Descalzo en el Reino de la Madera (1)



Descalzo hasta la entraña,
hasta el límite del cuerpo
hasta el lugar donde el espacio
devora el tiempo.
Allí una tenue alfombra
acaricia mis plantas
y con los oídos de mi empeine
percibo el silencio del mar
y los cantos de los ciegos pájaros
que abren el aire caótico
con sus alas sin plumas.

Descalzo hasta el perinée,
hasta los tuétanos. Mis pies
se vuelven sobre mi costura
y recorren mi adentro:
atoradas angustias
cementerios de rosas,
masacres pajarinas
bajo el negro sol
que asoma y asoma
entre zargazos de azucenas. Mis dedos
beben las orquídeas,
los guantes olvidados
el destello del pan...

...Ahora
camino descalzo el sendero de amatistas
que lleva a tu silencio,
a tu sierpe plateada
a la que tomo de la cola.
Flexiono el pie derecho
y pendo ritualmente: mi cuello roto
y debajo ,
mis pies desnudos, blancos
y el agua de tus ríos,
corriendo por la carne de los sueños
y atorando
y ahorcando,
la música silente
que un niño deforme compusiera
más allá de los cielos.

Gocho Versolari

2 comentarios:

  1. Excelente poema que trae a los pájaros liberando el silencio, el violeta olvido de una orquídea, los sueñoes en las rosas muertas. hay tanto paisaje como verso que renace en una emoción vivida o conocida...aguardando el paso de estos pies descalzos. Bella poesía amigo y la celebro!
    Marisa Longarini

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  2. Gracias nuevamente querida Marisa. Intuyo que hay en vos una comprensión más que especial en estos poemas.
    Un abrazo.

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