Camino descalzo hacia el lejano norte.
Mis plantas,
dos niños ateridos,
buscan el frío.
Piso carámbanos de hielo;
veo mis pies desnudos
avanzando en la tierra,
avanzando en el cielo,
en el poniente,
en el levante...
en los atardeceres sinuosos
donde la serpiente helada de la brisa
se prende a mis empeines
Avanzo hacia el hielo
con pies ennegrecidos
que no renuncian
a los pendones de su desnudez.
Los ojos de mis plantas
se disuelven en visiones fantásticas
de selvas y de soles
ocultos en el corazón del frío.
Mis pies
van conociendo la intimidad de los hielos
en un lento avanzar por los torrentes
y saben con la certeza de los pájaros
que el frío
es la mano izquierda del sol;
que los astros estallan
en lo profundo de las gotas heladas.
Ahora,
una serpiente azul, y congelada
se desprende de las últimas estrellas.
© Gocho Versolari
Un placer comenzar a leer tus poemas.Cuánta enseñanzas dejan.
ResponderEliminarLos pies!! los mismos que nos sostienen!!
felicitaciones!!